En el antiguo Egipto el uso de “Aloe Vera” era frecuente. Como ejemplo y dato histórico podemos citar a Cleopatra, quien lo utilizaba como un ingrediente esencial tanto en sus curas como en su higiene diaria.
Documentos históricos de romanos, griegos, hindúes y árabes, hablan de las virtudes de su uso medicinal y cosmético.
Fueron los chinos los primeros en usar el “Aloe Vera”, así como fueron los españoles quienes lo llevaron a América durante sus conquistas.
Una de las grandes experiencias que llevó a redescubrir el poder terapéutico del “Aloe Vera” fue durante el siglo pasado al finalizar la II Guerra Mundial cuando se comprobó que los habitantes de Hiroshima y Nagasaki, quienes habían padecido terribles quemaduras, después de un tratamiento con “Aloe Vera”, se curaban mas rápidamente y en más de un caso sin señales, ni cicatrices.
Según estudios realizados por científicos de diferentes instituciones y universidades de Estados Unidos, le adjudican al “Aloe Vera” las siguientes propiedades; inhibidor del dolor, anti-inflamatorio, depurativo regenerador antibiótico, Antiséptico, Coagulante, Antiviral.